Hace 2 años se creó una gran polémica en Canadá y Estados Unidos, se trata de un anuncio creado para un salón de belleza (Edmonton, Canadá) que promociona sus productos para el cabello. La fotografía muestra a una mujer sentada en un sofá, detrás de este se encuentra un hombre de traje que lleva en sus manos un collar de diamantes, como a punto de ponérselo a su pareja. Ella es una rubia glamurosa con una pose estructurada, un lindo vestido, zapatos altos y un peinado de pasarela si no fuera porque tiene un ojo morado sería la modelo perfecta. El copy dice “Look good in all what you do” (Luce bien en todo lo que haces).
El anuncio forma parte de un lineamiento de seis piezas; estas fotografías no se han publicado en ninguna revista solo hacen parte de la comunicación de los salones de belleza dentro de los centros comerciales en donde quedan ubicados. En la página Web de los salones, la propietaria, Sarah Cameron, ofrece una explicación acerca de su anuncio; diciendo que se trata de fotografías artísticas que muestran una visión satírica de situaciones de la vida real, además que el anuncio no se vio ni se entendió de la manera esperada, aclara que no quería herir susceptibilidades y sí fue de esa manera pide disculpas.
A pesar de todas estas explicaciones los comentarios y críticas siguen cayendo sobre el anuncio y sobre Sarah Cameron, tanto en la página del salón como en la de Facebook. Porque el público lo ve como una forma de darle glamour a la violencia intrafamiliar. Así mismo el coordinador de la Asociación de Protección de Mujeres de Alberta (Canadá), Jan Reimer, expuso que aunque hayan tenido una buena intensión no acertaron con el mensaje.
Los anuncios fueron puestos a la vista hace un año pero la polémica nació el mes pasado cuando una mujer subió el anuncio a un blog y se encargo de difundirlo en la prensa local. Por esta razón algunas mujeres que se encuentran indignadas con el tema han creado un voz a voz para que no compren sus productos.
Es aquí donde se demuestra que la publicidad que no se hace de manera sutil puede llegar a ofender a muchas personas y posibles consumidores que pueden tener cierto poder de convencimiento frente a otros y a la vez dañar la reputación de una marca. Aunque existen marcas que han hecho publicidad polémica durante toda su trayectoria y en muchos casos ha surtido efecto aunque después tengan que quitar un comercial o un anuncio por las fuertes críticas. En lo personal el anuncio no me parece ofensivo, solo es sarcástico y satírico, cada quien ve lo que quiere ver. Aunque la publicidad pudo ser sutil, tal vez lo que buscaba el salón de belleza era lograr una manera excéntrica para que conocieran el lugar y dar de que hablar.